Para estados de nerviosismo podemos recurrir al aceite esencial de lavanda y para quien sea más de olores cítricos podemos recomendar la esencia de mandarina ideal para niños inquietos que les cuesta dormir. “Para la ansiedad, depende en la persona. Los aromas son como los colores. Hay fragancias que para unos son agradables y para otros no. Todo va muy relacionado al tipo de infancia que hemos vivido y cómo hemos ido creciendo. Por supuesto, hay aromas que pueden relajar a las personas y un ejemplo sencillo es el aroma de vainilla. En la mayoría de los casos, la vainilla nos hace alusión a una infancia dulce y ese aroma nos suele relajar. No obstante, siembre hay excepciones”