En función de lo que queramos buscar. Si solo me preocupa el ambiente seco de una estancia con un humidificador de aceites esenciales es suficiente. Pero sin duda , me quedo con un difusor, que además de aportarnos cierto grado de humedad, puede conseguir un efecto terapéutico en nuestro organismo. Hay que dejar claro que todos humidificadores no son difusores y en muchos de ellos no pueden añadirse aceites esenciales, por lo que hay que tener precaución a la hora de elegir el fin de nuestra compra.
En cuanto al uso de los aceites esenciales en casa no hay una pauta establecida, pero por ejemplo si lo utilizamos con los más pequeños, para conseguir que se duerman rápidamente, con unas gotas de esencia de mandarina media hora antes de que se vayan a dormir sería suficiente. Si, por otro lado, quiero estimular el sistema inmunitario de la familia durante la estancia en el salón, puede estar encendido toda la tarde.