Existen diversas técnicas que varían según la parte de la planta que se trata, su fragilidad y sus
características botánicas
LA DESTILACIÓN POR VAPOR DE AGUA
La destilación por vapor de agua, o arrastre por vapor de agua, es la técnica más habitual para obtener aceites esenciales. Es la única técnica autorizada por la Farmacopea Europea, junto con el prensado en frío para extraer aceites esenciales de las cáscaras de los críticos.
El alambique fue inventado por los Faraones y perfeccionado por la civilización árabe. Consiste en general en una cuba de metal inerte como el cobre o el acero inoxidable, con un tamiz en el fondo para que las plantas no entren en contacto directo con el agua. El vapor generado atraviesa la planta y extrae las microgotas del aceite esencial. Este vapor de agua aromático se enfría en un serpentín mediante un circuito de agua fría. A la salida del serpentín, se obtiene una mezcla de agua aromática y aceite esencial. El aceite esencial, de menor densidad que el agua, flota, lo que permite recuperarlo por la diferencia de densidad mediante un vaso florentino o esenciero. El aceite esencial se separa del agua de destilación, el hidrolato (también llamado agua floral para las flores).
1 Fuego
2 Caldera
3 Recipiente de flores
4 Drenaje de condensación
5 Cuello de cisne
6 Refrigerante con serpentín
7 Salida de agua caliente
8 Llegada de agua frída
9 Esenciero (vaso florentino) en el que se separan el hidrolato y el aceite esencial