Al comprar un aceite esencial es importante leer la etiqueta y saber lo que indica. Así, cuando leemos:
Fragancia: No se trata de aceite esencial ni mucho menos, son imitaciones o composiciones de natural y sintético.
Esencias: ¿De qué tipo de esencia se trata? ¿Esencia natural? ¿Esencia sintética? Una esencia puede ser natural o sintética.
Esencia natural: Por lo general, muchos de estos productos tienen un bajo porcentaje de aceite esencial puro, por tanto, están muy rebajados.
Esencia aromática: No especifica si es 100% natural.
Aceite esencial puro: Es el aceite en que podemos confiar para la elaboración de nuestros perfumes o aceites de masaje terapéuticos o, simplemente, para practicar métodos de aromaterapia.
La aromatología engloba tanto las investigaciones del efecto de los aromas en el cerebro como el desarrollo de las fórmulas más apropiadas y agradables, pero no debemos confundirla con la aromaterapia. Es decir, las copias o mezclas de los aceites esenciales que elabora la aromatología no son útiles para curar porque no poseen acción orgánica; por ejemplo, se ha demostrado que de las distintas moléculas que configuran el aceite esencial, los terpenos son componentes activos en la función terapéutica final del mismo y que, por lo tanto, son imprescindibles para obtener resultados terapéuticos.