La mejor manera de conservar tus aceites esenciales
Esta es usualmente una de las primeras preguntas que se hacen quienes se introducen por primera vez en el mundo de la aromaterapia, y vale realmente la pena conocer qué se debe y qué no se debe hacer al respecto. ¿Por qué razón? La manera de manipular los aceites esenciales afecta su longevidad, así que deberemos aprender un par de cosas al respecto. El correcto almacenamiento es, definitivamente, la clave para sacar el mayor provecho a tus aceites. Tanto los esenciales como los vegetales no gustan de temperaturas extremas ni cambios repentinos. Así que deberemos asegurarnos de que no pierdan sus cualidades terapéuticas.
Los aceites esenciales deben ser almacenados en lugares frescos, secos, protegidos totalmente de la luz y del calor, en botellas bien cerradas y selladas en las que no entre el aire. El lugar de almacenaje debe estar correctamente ventilado.Lo primero, los aceites esenciales deben estar embotellados preferentemente en recipientes oscuros de vidrio ámbar o azul cobalto, cuyas características protegen los aceites del ataque de los rayos ultravioleta. Nunca debe dejar los aceites donde pueda darles el sol directamente.
Siendo moderadamente volátiles, los aceites esenciales se evaporan relativamente rápido así que nunca se deben dejar sin cerrar y guardar tras haber sido utilizados. Si va a guardarlos por un espacio de tiempo relativamente largo o en épocas de calor extremo (muchos meses) hay que asegurar que sus tapones estén bien cerrados y sus pipetas hayan sido retiradas, consiguiendo un cierre hermético. De este modo se evita la evaporación de los aceites y que impregnen de olor el espacio en el que hayan sido almacenados.
También hay otra importante razón por la que se deben almacenar los aceites adecuadamente, y se trata de la seguridad: Es extremadamente importante guardarlos bajo llave y totalmente fuera del alcance de los niños, puesto que a pesar de ser productos naturales, muchos de ellos no dejan de ser muy peligrosos en las manos de un niño, especialmente si los ingiere.
los cítricos: mejor en frío
Los aceites esenciales de cítricos son más propensos a oxidarse, así que para evitar que su temperatura oscile continuamente es mejor dejarlos refrigerados a temperatura constante entre 5 y 10ºC. Algunos aceites como el badiana o el hinojo pueden llegar a solidificar a baja temperatura, pero no pasa nada, basta con dejar que recuperen el calor de la temperatura ambiente durante unos minutos.