Los aceites esenciales son inofensivos para tu organismo y ayudan a aliviar el dolor muscular y articular. Recuerda diluirlos en otros vegetales para evitar que se te irrite la piel
Cuáles son los mejores aceites esenciales para los músculos
1. Romero quimiotipo alcanfor
Este es el más demandado, ya que es un excelente analgésico y relajante muscular. Justo lo que necesitamos cuando padecemos contracturas musculares y dolores similares. Como sabes, las contracturas se han colocado a la cabeza de las dolencias propias de la vida actual.
El uso del ordenador y del móvil, junto con la escasez de tiempo para realizar ejercicio, h
an provocado que este tipo de dolor nos atormente durante casi todo el tiempo. Por ello, antes de recurrir a los medicamentos, lo ideal es aplicar aceite esencial de romero quimiotipo alcanfor. ¡Ten cuidado! Está contraindicado para las embarazadas, los lactantes y los menores de 12 años.
2. Gaulteria
¿Tienes tendinitis o epicondilitis? Ya sabemos que son muy inhabilitantes, pero encontrarás un analgésico muy potente en la gaulteria.
- Este aceite esencial para los músculos y articulaciones son conocidos como “la aspirina natural”. De hecho, quienes son alérgicos al ácido acetilsalicílico no pueden usarlo.
- Al igual que en el caso anterior, no se recomienda para las mujeres que están encinta o dando el pecho. Tampoco es apto para los niños menores de 6 años.
También puedes incluir en tu tratamiento el calor localizado, practicar yoga y consumir alimentos ricos en ácidos grasos Omega 3, ya que los mismos son grandes antiinflamatorios.
3. Eucalipto azul
Si te preguntabas qué hacer si entrabas dentro de alguno de los grupos que no pueden usar los aceites esenciales de gaulteria o romero, no te preocupes.
- El eucalipto azul ofrece los mismos beneficios, con la ventaja de que es apto para casi todas las personas.
- Su capacidad analgésica es muy potente, al tiempo que te ayuda a relajarte.
Cómo aplicamos los aceites esenciales

Estos productos se usan por vía tópica, por lo que son menos invasivos que los remedios farmacológicos tradicionales. En este sentido, es preferible diluirlos en otras sustancias, como aceite vegetal de almendras o de árnica. La razón por la que se procede así es que los citados arriba pueden irritar la piel. De esto modo, al mezclarse con estos líquidos, el efecto buscado se mantiene, pero sin poner en peligro nuestra dermis.
- Los expertos en naturopatía explican que lo más adecuado es realizar previamente un suave masaje con el aceite de almendra o de árnica.
- Al tratarse de elementos antiinflamatorios, actúan contra el dolor y preparan la epidermis para los esenciales.
- Una vez que la primera friega se ha acabado, es el momento de aplicar unas gotas de los aceites esenciales elegidos en la zona afectada.
Los efectos no tardarán en aparecer. En apenas unos minutos, notarás cómo el dolor disminuye. Puedes repetir la misma operación hasta 4 veces al día. Increíble, ¿verdad? Por fin tenemos alternativas para paliar el dolor y hacer todas esas actividades que tanto nos gustan, con la seguridad de que contamos con una solución que nos ayudará a vivir mejor.