Esta es seguramente la forma más antigua y más clásica de aplicar un aceite esencial a un tratamiento que persigue nuestro bienestar.
A este tipo de remedios o tratamientos los denominamos como aromaterapia. La aromaterapia consiste en asociar olores o aromas con recuerdos y estos a su vez provocarán respuestas físicas o emocionales en nuestro organismo.
Así podríamos decir que la aromaterapia solo es el arte de oler. Oler aromas y fragancias que debido a que todo en nuestro cuerpo está conectado con el cerebro esos aromas pueden llegar a desencadenar las reacciones físicas o emocionales que buscamos.
La forma más sencilla de aplicar aromaterapia en nuestro entorno es mediante un difusor de aceites esenciales que no es más que un pequeño aparato que va soltando pequeñas moléculas de aceite esencial en el ambiente, de manera que ese entorno se impregna por completo del aroma que pretendemos nos ayude a desencadenar las reacciones que buscamos en nuestro cuerpo.