Durante el embarazo utilice los aceites a la mitad de las dosis recomendadas (sólo mediante un vaporizador) y no los aplique sobre la piel a menos que los utilece por indicación expresa de un terapeuta cualificado. Los aceites potencialmente tóxicos y los que tienen propiedades emenagogas, es decir, que estimulan el flujo y la actividad menstrual, están contraindicados. Por este motivo, no deben utilizarse durante el embarazo los siguientes aceites: Albahaca, alcanfor, anís estrellado, apio, aquilea, bergamota, canela, caña de limón (citronela), cedro rojo, ciprés, enebro, geranio, hinojo, hisopo, jazmín, laurel, manzanilla, mejorana, melisa, mirra, naranja, petitgrain, pomelo, pimienta negra, romero, salvia, salvia romana, sándalo, tomillo, zanahoria. En general, se extremarán las precauciones durante el embarazo y la lactancia, o bien se renunciará a su empleo.