El aceite de manzanilla se extrae de las flores de la planta de manzanilla, planta silvestre muy popular. Hay dos tipos de manzanilla, la manzanilla romana, que se conoce científicamente como Anthemis nobilis y la manzanilla alemana, cuyo nombre científico es Matricaria chamomilla. Aunque los aceites esenciales extraídos de ambas variedades son bastante similares en algunas propiedades medicinales, su composición es diferente y poseen ciertas cualidades específicas que vale la pena señalar.
El aceite de manzanilla romana está compuesto de alfa-pineno, beta-pineno, canfeno, cariofileno, sabineno, mirceno, gamma-terpineno, pinocarvona, farsenol, cineol, propil-angelato y butil-angelato. El aceite de manzanilla alemán, por otro lado, está compuesto de azuleno (también llamado chamazulene), alfa bisabolol, óxido de bisabolol-A y B y óxido de bisaboleno-A.
Mientras que el aceite de manzanilla romana es más calmante y funciona mejor como emenagogo, el aceite de manzanilla alemán es un poderoso agente antiinflamatorio debido a la presencia de un compuesto llamado azuleno, este es un compuesto nitrogenado, responsable de darle al aceite su característico color azul profundo.
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