Foeniculum vulgare o hinojo
Si hablamos de plantas ancestrales que han marcado la historia de la humanidad, y la forma en que ésta se relaciona con su bienestar corporal y espiritual a través de elementos naturales que han estado a su alrededor, no podemos dejar a un lado al Foeniculum vulgare, o como se le conoce comúnmente en el habla hispana: hinojo. El hinojo o Foeniculum vulgare, es una herbácea de especie única, que se cree, es nativa de la Europa con zonas templadas, y en especial de la costa del mar Mediterráneo o de, en donde sigue creciendo de forma silvestre en lugares remotos.
Actualmente, la planta de hinojo se cultiva principalmente en los Estados Unidos, Francia, India y Rusia; sin embargo, nuestro aceite esencial de obtiene en Egipto.
La planta consta de tres partes, cada una con su propio valor: la crujiente y abultada raíz de color verde pálido; las hojas plumosas perecidas a las hojas de la zanahoria, y las semillas dentro de los tallos de color amarillo, de la planta madura. En el invierno permanece en forma de raíz, para brotar en primavera con hojas en forma de manecilla y alcanzar una buena altura en la madurez.
Florece en verano, con flores en forma de paraguas, y con el calor del verano tardío se empieza a deshidratar exteriormente, secando así sus semillas.
Hojas de un verde intenso
Con hojas de un verde intenso, el hinojo, como planta, ha sido usado como un elemento medicinal desde tiempos remotos. La antigua medicina china descubrió varios usos benéficos para la planta de hinojo: desde la congestión nasal o conjuntivitis hasta estimular el apetito y el aumentar el flujo de la leche materna. La historia del uso del hinojo también se remonta a la antigua Roma, cuando se contaba que los guerreros romanos lo consumían para hacerse fuertes y estar listos para la batalla.
Entre las culturas antiguas también fue sabido que el aceite esencial de hinojo aliviaba el malestar estomacal, y el té hecho a partir de este aceite esencial, sirvió para las picaduras de insectos, intoxicación alimentaria y aliviar dolores de garganta.
El hinojo también se emplea por sus propiedades diuréticas, su capacidad para reducir las flatulencias y los cólicos, y su efecto antiespasmódico en determinados músculos del estómago. Sus efectos digestivos se potencian si se combina con otras plantas carminativas como el anís, el comino, la manzanilla, el poleo, la hierbabuena o la melisa. El hinojo también puede usarse para aliviar la conjuntivitis y otras irritaciones de los ojos, o el cansancio de estos.
Características, beneficios y algunos usos del aceite esencial de Hinojo
Los fitonutrientes en las semillas, lugar de donde se extrae el aceite esencial de Hinojo dōTERRA®, incluyen ciertos flavonoides como la rutina, quercetina, y el kaempferol, que son antioxidantes que ayudan a prevenir ciertas infecciones, el envejecimiento, y las enfermedades neurológicas degenerativas. Sin embargo, el componente químico más importante en este aceite esencial, podría ser el anetol. Un éter fenólico que tiene usos diuréticos, carminativos y expectorantes.
El aceite esencial de Hinojo, en dōTERRA®, se extrae a través de la destilación por arrastres de vapor. Puedes agregar una gota de aceite de Hinojo en una cápsula vegetal para promover una buena digestión después de una comida abundante; usar de tres a cuatro gotas en el difusor de tu elección y ambientar tu espacio favorito con un aroma revitalizante; diluir una gota en cuatro onzas líquidas de líquido graso, por ejemplo leche, y tomar cuando tengas molestias digestivas ocasionales; aplicar de una gota en el área deseada, diluida con Aceite de Coco Fraccionado dōTERRA® para minimizar la sensibilidad de la piel.
Recuerda siempre hacer una prueba de sensibilidad cutánea, aplica una gota de aceite esencial diluida con cuatro de Aceite de Coco Fraccionado y aplica en la parte posterior de la muñeca. Trata de mantener fuera del alcance de los niños y si estás embarazada, lactando o bajo tratamiento médico, recuerda siempre consultar a tu médico antes de utilizar los aceites.