Estos aceites son extraídos de las plantas de las cuales recibe posteriormente su nombre. Lo que se hace es capturar “la esencia” de esa planta, tanto su olor o aroma como su sabor. Al capturar esa “esencia” lo que se intenta conseguir es aislar y sintetizar las condiciones positivas que esa planta tiene para nuestra salud.
Esos compuestos capturados son los que dan a cada tipo de aceite esencial su característica única en relación al resto de aceite esenciales.
Para la obtención de estos aceites se usan diferentes métodos. Así podemos encontrar aceite extraídos mediante el método de destilación o también aceites extraídos con métodos mecánicos como puede ser la prensada en frío de las plantas que poseen esa “esencia” en forma de aceite.
Pueden existir otros tipos de extracción de estos aceites mucho más industrializados que aprovechan elementos químicos para la extracción de los aceites esenciales. En este punto es importante indicar que el hecho de incluir ingredientes químicos en la extracción de la esencia de la planta puede influir en la calidad del aceite obtenido, por lo que los aceites que han sido obtenidos por mediación de este tipo de procesos químicos no son considerados aceites esenciales puros. Como decimos, este punto es muy importante remarcar ya que a la hora de comprar un tipo de aceite de este tipo deberíamos informarnos del tipo de proceso de extracción que se ha llevado a cabo para asegurarnos que el producto que estamos comprando es un aceite esencial puro.
Remarcar llegados a este punto que generalmente el uso tópico de los aceites esenciales se hace a través de otro aceite que actúa como conductor, debido a la alta concentración y poder de los aceites esenciales.