El aceite esencial de árbol de té es uno de los aceites esenciales más versátiles que existen con multitud de aplicaciones que van más allá de las relacionadas con la salud y el bienestar personal.
El aceite del árbol del té se extrae por destilación al vapor de las hojas de un pequeño árbol, el Melaleuca alternifolia, que es originario de Queensland y Nueva Gales del Sur, en Australia. Y, de hecho, su uso se remonta a siglos atrás y los aborígenes lo han utilizado como agente antimicrobiano en su medicina tradicional, debido a sus eficaces propiedades antisépticas, fungicidas y bactericidas.
Dichas propiedades lo convierten en un gran aliado para paliar problemas o molestias del día a día. Veremos a continuación algunas de las más curiosas, aunque antes es imprescindible dejar claro que el aceite esencial de árbol de té ingerido en muy tóxico por lo que debemos hacer un uso tópico siempre sin tragarlo.
Para eliminar el mal olor de los pies
Nuestro primer consejo para utilizar el aceite del árbol del té es para combatir el desagradable olor a pies. Para conseguirlo, prepararemos un talco mezclando un cuarto de taza de almidón de maíz, un cuarto de taza de bicarbonato de sodio y 10 gotas de aceite de árbol de té. Con la mezcla, espolvoreamos el interior de los zapatos y así conseguiremos eliminar el mal olor.