Cuando se trata de belleza limpia, lo “natural” no siempre es lo mejor. Los dermatólogos advierten de los peligros de usar algunos aceites, entre ellos el de árbol de té.
uando Kristen Fanarakis salió de un tratamiento facial en un salón que solo usa productos de origen natural en Atlanta, su rostro no tenía el resplandor fresco y brillante que había esperado.
“El rostro prácticamente se me estaba desprendiendo”, dijo y señaló que el resultado se parecía más a lo que sucede después de un tratamiento de láser Fraxel, el cual puede dejar a los pacientes con la piel roja y descamándose durante varios días. “Parecía un poquito como Frankenstein”, comentó.
Para Fanarakis, la fundadora de 44 años de una marca de ropa, esta no era una reacción normal. Posee lo que describe como un “cutis griego firme” capaz de soportar exfoliaciones químicas y un uso considerable de retinol. Lo que, al parecer, su piel no pudo soportar fueron los aceites esenciales de papaya y calabaza que se usaron durante el tratamiento facial.
Este sentimiento crece en medio de un auge de la belleza “limpia” no regulada en el que muchas marcas nuevas se posicionan como mejores para la piel simplemente por sus ingredientes naturales y no tóxicos. Los aceites esenciales, que a menudo se añaden a los productos por su fragancia o por sus propiedades antibacterianas, se han convertido en algo especialmente controvertido a medida que han ido ganando popularidad, y empresas como doTerra y Young Living han recaudado miles de millones de dólares con la venta de estos aceites.
Los dermatólogos hace mucho tiempo advierten que los aceites esenciales son peligrosos para la piel, pero los clientes están empezando a darse cuenta de las inesperadas y a veces dolorosas reacciones cutáneas. El marzo del año pasado, un artículo del sitio web satírico Reductress, titulado Essential Oils to Cure Your Rash From That Other Essential Oil (Aceites esenciales para curar el sarpullido de ese otro aceite esencial), ofrecía un resumen de la reacción negativa.
Annie Gonzalez, una dermatóloga de Miami, ha visto un incremento en las reacciones a los aceites esenciales y las considera una de las causas principales de dermatitis de contacto. Gonzalez señaló que esta situación ha empeorado durante la pandemia debido a que la gente experimenta con remedios de aceites naturales mientras está confinada en su casa.