Para asegurarte de que un aceite esencial es de buena calidad, considera los siguientes factores:
- Etiqueta y Composición:
- Verifica que la etiqueta indique “Aceite esencial” y no “esencia” (ya que esta última puede ser sintética).
- Un aceite esencial de calidad debe ser 100% puro y no estar diluido en un aceite base más económico.
- Asegúrate de que sea 100% natural, sin mezclas con sustancias químicas dañinas.
- Descripción Botánica:
- Busca el nombre completo en latín de la planta, incluyendo género, especie y subespecie.
- Diferentes variedades de la misma planta pueden tener efectos terapéuticos distintos.
- Parte de la Planta:
- Investiga qué parte de la planta se ha destilado para obtener el aceite.
- Cada parte puede producir un aceite esencial diferente con propiedades específicas.
- Lugar de Recolección:
- La zona de procedencia puede afectar las propiedades olfativas del aceite.
- Las plantas recolectadas en su entorno natural sin químicos suelen dar aceites de mejor calidad.
- Proceso de Extracción:
- Investiga si se utilizan solventes químicos derivados del petróleo en el proceso.
- El método de extracción influye en la calidad final del aceite.
- Quimiotipo:
- El quimiotipo indica la composición química del aceite esencial y sus propiedades terapéuticas.
- Es importante para un uso seguro y eficiente.
- Precio:
- Desconfía de los aceites esenciales demasiado baratos.
- La producción de aceites esenciales requiere grandes cantidades de materia prima, por lo que precios muy bajos pueden indicar baja calidad.
Recuerda que las buenas marcas de aromaterapia se comprometen a recolectar las plantas en el momento adecuado para obtener la mayor proporción de aceites esenciales. Siempre verifica la calidad y autenticidad antes de usar un aceite esencial en tus prácticas de aromaterapia.