La aromaterapia se considera una medicina complementaria, ampliamente practicada, que se basa en el uso de aceites esenciales de plantas aromáticas, flores, hojas, cortezas y frutas. Los aceites esenciales son productos obtenidos de las plantas a través de procesos como la destilación al vapor, o de medios físicos diversos.
A partir de estos procesos, se obtienen aquellos compuestos deseados, que son intensamente aromáticos y volátiles, además de no solubles al agua. Estos aceites esenciales pueden resultar útiles para ayudarnos en diferentes áreas: a nivel cognitivo, psicológico, en algunas dolencias físicas… Incluso pueden ayudarte a estudiar y a concentrarte mejor. Y en la aromaterapia, se utilizan de tres formas:
– Holísticamente: los aceites se utilizan, sobre todo a través de masajes, para tratar trastornos físicos y emocionales.
– Clínicamente: se usan en combinación con tratamientos de la medicina tradicional.
– Estéticamente: probablemente su uso más extendido; aquí los aceites se utilizan sobre todo a través de difusores o se añaden a los baños.
La psicoaromaterapia
Robert Tisserand es una de las figuras más relevantes en el ámbito de la aromaterapia. Pertenece al comité del International Journal of Aromatherapy, que fundó en 1988, y trabaja junto a médicos y herbolarios, supervisando todo tipo de publicaciones científicas relacionadas con los avances en este tipo de aceites.
Hace años, Tisserand demostró que algunos aceites esenciales tenían también efectos beneficiosos para la memoria y la concentración (además de otros efectos positivos para el estado de ánimo, las emociones o la salud física). Fue precisamente Tisserant el impulsor del término “psicoaromaterapia”.
En relación a ello, existen algunos aceites esenciales que pueden ayudarnos a estudiar mejor. Tisserand habló de los beneficios de 4 aceites: Limón (Citrus limon), Romero (Rosmarinus officinalis), Pimienta negra (Piper nigrum) y Menta piperita (Mentha x piperita). Se trata de aceites comunes, asequibles y económicos para todos. Además, conllevan beneficios más allá de potenciar las habilidades cognitivas.
La importancia de personalizar la aromaterapia
Tisserand consideró que no hacía falta mezclar siempre varios aceites (las llamadas “sinergias”). Está claro que las sinergias resultan beneficiosas en el campo de la aromaterapia, pero en el área más concreta de la psicoaromaterapia, la personalización adquiere gran importancia.
Además, no siempre que se mezclan aceites se produce una mejora en sus propiedades (deberá valorarse cada caso en concreto, en función de lo que se pretenda con los aceites y de las características de la persona).
En definitiva: en la aromaterapia y, más concretamente, en la aromaterapia para estudiar, personalizar y escoger el aceite que mejor se adecue a nuestras características y necesidades será fundamental. En este sentido, se recomienda buscar un aceite (o más de uno) que nos llegue, que lo hagamos nuestro, e incluso que nos apetezca comerlo. Esto puede favorecer su éxito a la hora de ayudarnos a estudiar.
Para mejorar la concentración
La concentración, también denominada atención selectiva, es una de las capacidades cognitivas más importantes a la hora de estudiar. Esto es así porque en esta capacidad se sustentan todas las demás habilidades cognitivas; sin concentración difícilmente rendiremos, memorizaremos, y, en definitiva, tendremos la mente “activa” para aprender.
Así que, para mejorar la concentración, un aceite esencial que nos puede resultar beneficioso es: la Menta piperita. Este aceite nos permite enfocar nuestra energía de forma unidireccional a un estímulo en concreto.
Puede resultar especialmente útil en personas que se distraen con facilidad, así como en asignaturas que nos cuestan más, o que nos resultan especialmente pesadas y/o complicadas.