Los aceites esenciales pueden ayudarte a despejar la mente, mantener la claridad, proporcionar creatividad y otros efectos positivos para el cerebro.
Los aceites esenciales tienen efectos neuroprotectores, lo que significa que pueden retrasar la degeneración de las células cerebrales. Esta sorprendente propiedad se traduce en prevenir o complementar el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, la demencia, el parkinson y similares.
Además, a menor escala, los aceites esenciales pueden mejorar las funciones cognitivas, como la memoria y la atención, incluso en aquellos que no corren el riesgo de desarrollar demencia.
Por ejemplo, un compuesto principal que se encuentra en el romero llamado «eucaliptol» puede mejorar la capacidad del cerebro para absorber y retener información. Notarás cosas como memoria mejorada y alerta mental.
El aceite esencial de limón, por otro lado, puede aumentar su capacidad de mantenerse concentrado durante un período prolongado de tiempo, esto lo ayudará a ser más eficiente en el tiempo en sus estudios o trabajo.