Muchas personas recurren a los beneficios de los aceites esenciales para aliviar ciertas dolencias o levantar el ánimo. Mientras que algunos suelen aplicarlo en la piel, otros prefieren aprovechar su agradable aroma y diluirlo en agua en un difusor. A continuación, compartimos algunas recomendaciones para usarlos a diario en el hogar.
1. Difusor aromático
La manera más sencilla y habitual de usar los aceites esenciales consiste en colocar un difusor aromático eléctrico en casa. Los hay de diferentes tipos, tamaños y diseños. Hay algunos que funcionan calentando el agua y, otros, mediante vibraciones ultrasónicas que crean una especie de niebla fresca alrededor del aparato.
Si dejamos las puertas de las estancias abiertas, estos difusores suelen abarcar bastante espacio en la casa. Solamente tendremos que diluir de 4 a 5 gotas de los aceites que queramos en un poco de agua, y encender el difusor para disfrutar del agradable aroma.
2. Espray instantáneo
Esta es otra opción muy sencilla y económica de esparcir los aceites esenciales de forma instantánea en una habitación. Consiste en reutilizar un bote de espray para introducir el aceite esencial elegido y diluirlo en un poco de agua.
Solamente tendremos que agitar el bote e impregnar los lugares que queramos cuando tengamos necesidad. Es un método ideal para combinarlo con otros más duraderos, de manera que podamos potenciar el olor de la fragancia cuando vengan visitas o en momentos determinados.
3. Varillas de rattan o bambú
Uno de los difusores de olor más habituales en los hogares son las varillas de ratán o bambú que, además de aromatizar la casa de manera suave y gradual, también son un precioso y elegante elemento decorativo. La ventaja es que no necesitamos electricidad y podemos renovar las varillas nosotros mismos, siempre que veamos que estén saturadas.
Recomendamos evitar las fragancias sintéticas que venden ya preparadas, y de las cuales no solemos saber los ingredientes, y elegir aceites esenciales diluidos en algún aceite vegetal como, por ejemplo, el de almendra.
4. Aceites esenciales en la almohada
Si tenemos problemas para conciliar el sueño o solemos levantarnos durante la noche, los aceites esenciales pueden ser una buena opción para mejorar este problema. Esto, debido a que tienen propiedades terapéuticas adecuadas para tratar algunos trastornos leves de salud como, por ejemplo, el insomnio.
En este caso, de acuerdo con un artículo de Start Sleeping, se recomienda optar por aceites esenciales como el de lavanda, manzanilla o jazmín. Podemos impregnar un pañuelo con unas gotas del aceite justo antes de acostarnos y colocarlo junto a nuestra almohada. De este modo, iremos respirando el aroma a lo largo de toda la noche.
5. Bombillas aromatizadas
Este truco para aromatizar las estancias es otra opción sencilla y diferente, ya que consiste en aplicar unas gotas de los aceites esenciales en una bombilla mientras esté apagada. De este modo, al encenderla, irá desprendiendo el olor a medida que se caliente.
Es un método adecuado para hogares pequeños y momentos puntuales, ya que funciona a corto alcance. No obstante, conviene conocerlo porque es muy fácil de hacer. Recuerda tener ciertas precauciones y no dejarla prendida al salir de casa.
6. Limpiador del hogar con olor
Una buena limpieza es imprescindible para que los aceites esenciales puedan enamorar a quienes los huelen. Por este motivo, otra manera de impregnar la casa con su olor consiste en añadirlos en pequeñas cantidades a nuestros productos de limpieza de suelo y superficies.
Podemos usar aceites esenciales con propiedades limpiadoras y antisépticas, como el de limón, el de menta o el de lavanda. De este modo, multiplicaremos la sensación de pureza y frescor de nuestro hogar, además de combatir todo tipo de gérmenes.
7. Con el suavizante de la ropa
El último tip de este artículo nos ayuda a que los aromas nos acompañen durante todo el día, incluso fuera de nuestro hogar. La manera de lograrlo es añadir unas gotas del aceite esencial junto con el suavizante de la lavadora.
Los aceites esenciales recomendados son los de fragancias cítricas, como la naranja, el pomelo, la mandarina. O, bien, florales, como la rosa, la lavanda o el jazmín. De este modo, toda la ropa y tejidos del hogar mantendrán los aromas durante más tiempo.